El artículo que os comparto a continuación, ha sido tomado, salvo algunos apuntes de mi parte, del excelente blog de viajes, Mundo Nómada.
Culturalmente, la India es uno de los países más sorprendentes del mundo. Un país que no deja indiferente a nadie y que difícilmente puede describirse en palabras. Es necesario viajar por él, vivirlo y sentirlo en primera persona para hacerse una idea. Un país que cambia a quienes lo visitan, que afecta a los viajeros por la pobreza que pueden observar, pero también por la manera digna y positiva con la que los indios la afrontan y la religiosidad presente en cada segundo. La India tiene una población de más de 1252 millones de habitantes y cuenta con cientos de religiones, idiomas y formas de entender la vida. El hinduismo, más que una religión, es una forma de vida. Quizá por eso, en sus orígenes, se practicaba al aire libre y no había templos tal y como los entendemos ahora. El lugar de culto era algo que se construía de forma provisional y que se establecía en el lugar que cada uno elegía para meditar o rezar. A diferencia de una iglesia o una mezquita, un templo hindú no está concebido como un lugar para congregar a los fieles o practicar el culto. Se entiende más bien como un "hogar" para la presencia divina, en cualquiera de sus formas. Por ejemplo, los hindúes no celebran una boda o un funeral dentro del templo sino que lo hacen en su casa o en otros lugares. Son innumerables los templos esparcidos por todo el territorio de la India, pero aquí describo 5 de los templos más impresionantes y curiosos, dejando aparte, claro está, al mítico Taj Mahal.
.1) El Templo Karni Mata: Dónde las ratas son sagradas
El Templo de Karni Mata, situado en la ciudad de Deshnoke (Rajastán), es quizás el templo más raro del mundo ya que en él viven más de 20 mil ratas que son consideradas sagradas.
Según la leyenda, Karni Mata, una mujer hindú que nació en el siglo XIV, pidió a la diosa Yama, diosa de la muerte, que devolviera a la vida a su hijastro, que había muerto ahogado en un tanque de agua. La diosa primero se negó pero después permitió al niño y a todos los miembros de la tribu de Karni Mata, volver a la vida reencarnados como ratas.
De todas las miles y miles de ratas del templo, hay 4 o 5 que son blancas y que se consideran especialmente sagradas. Verlas es señal de buena suerte. Dicen que nunca en la historia del templo ha habido ninguna plaga o enfermedad transmitida por las ratas.
2) El Templo de Khajuraho: El más erótico del mundo
El conjunto de templos de Khajuraho fueron construidos entre el 900 y el 1150 d.C. Lo que más sorprende a sus visitantes son las figuras eróticas que decoran los exteriores de muchos de los templos. En ellas se pueden ver escenas eróticas y sexuales entre hombres, mujeres y animales. Se cree que representan la vida sexual de la gente en aquella época y no son imágenes de dioses practicando sexo.
Sorprende mucho ver este tipo de escenas sexuales en un templo de un país tan conservador como India, en el que hablar con una mujer india tradicional (de pueblo) es casi imposible. Cuenta el autor que en los cuatro meses que pasó en el país, él con su dos amigos, no tuvieron contacto con ninguna de ellas.
El conjunto de templos
de Khajuraho construidos en el periodo de mayor
esplendor de la dinastía de los
Chandela (950-1050), olvidados y sepultados en la jungla durante siglos
(lo que probablemente les salvó de la furiosa piqueta de los iconoclastas
mogoles), fueron felizmente redescubiertos por el capitán T. S Burt en 1838,
cuya puritana alma victoriana probablemente se estremeció de horror al
descubrir ¡en unos templos! esculturas con escenas de lo que hoy llamaríamos
“sexo explicito”. En realidad, se trataba de un ejemplo más del carácter
sagrado que la cultura clásica india otorgaba al sexo. La dualidad haciéndose
uno, pura mística.
Ahora bien, aunque la
naturaleza voluptuosa de estas esculturas exteriores se ha convertido en un
imán para atraer al turismo masivo hasta este lugar, no es ese el único valor
del complejo arqueológico. Cuando hablamos de Khajuraho, estamos hablando de
una de las cumbres medievales de las formas arquitectónicas y esculturales del
subcontinente indio. Y el templo de Kandariya es sin duda una obra maestra del
arte mundial.
El conjunto de templos de Khajuraho construidos en el periodo de mayor esplendor de la dinastía de los Chandela (950-1050), olvidados y sepultados en la jungla durante siglos (lo que probablemente les salvó de la furiosa piqueta de los iconoclastas mogoles), fueron felizmente redescubiertos por el capitán T. S Burt en 1838, cuya puritana alma victoriana probablemente se estremeció de horror al descubrir ¡en unos templos! esculturas con escenas de lo que hoy llamaríamos “sexo explicito”. En realidad, se trataba de un ejemplo más del carácter sagrado que la cultura clásica india otorgaba al sexo. La dualidad haciéndose uno, pura mística.
Ahora bien, aunque la naturaleza voluptuosa de estas esculturas exteriores se ha convertido en un imán para atraer al turismo masivo hasta este lugar, no es ese el único valor del complejo arqueológico. Cuando hablamos de Khajuraho, estamos hablando de una de las cumbres medievales de las formas arquitectónicas y esculturales del subcontinente indio. Y el templo de Kandariya es sin duda una obra maestra del arte mundial.
3) El Templo Harmandir Sahib: El Templo de Oro de los Sighs
El Harmandir Sahib (conocido como Golden Temple) de Amristar es el lugar más sagrado de los Sighs (se reconocen porque llevan turbante y barba). El templo está cubierto con oro auténtico. Fue en 1577 que Gurú
Ran Das cavó un foso en el actual sitio del templo, que actualmente es
el lago artificial que rodea al templo. Este lago es llamado "Amritsar”, que
significa "piscina de néctar", y que es actualmente el nombre de la
ciudad donde se encuentra. La construcción del templo se inició en 1588 por el Gurú Arjan Dev. La construcción
finalizó en 1604 por el mismo Arjan Dev. En ese mismo año se instaló en el
altar del templo al Adu Granth, que es la escritura sagrada de los sijs, y que
es considerada por ellos como el actual gurú o guía espiritual. El primer Granthi
o lector fue Bhuda Baba ji.
La
arquitectura del templo es una representación simbólica del pensamiento sij, el
templo tiene cuatro entradas, una a cada lado, simbolizando, entre otros aspectos, la apertura de los
sijs a todas las religiones.
El templo
está abierto a personas de cualquier religión, nacionalidad, sexo, color o
raza. No existen restricciones para entrar, excepto la observancia de las
normas de conducta más elementales como: Cubrirse la cabeza, no usar zapatos,
vestirse de manera modesta, ser respetuoso, sentarse en el piso como muestra de
respeto al Adi Granth y a Dios,
no beber alcohol, no comer y no drogarse en el templo, entre otros.
Este templo es para muchos uno de los más bellos de India, comparable al mundialmente famoso Taj Mahal. Entre los indios, los templos sighs son muy famosos porque en ellos te dan siempre de comer de forma gratuita. Si visitáis el templo a la hora de la comida podréis comer codo a codo con los miles de seguidores de esta religión.
En el año 1984, la presidenta de entonces, Indira Gandhi, ordenó al ejército indio buscar a un Sigh que se escondía en el interior de este templo. En los enfrentamientos murieron 500 civiles. A finales del mismo año, sus guardaespaldas (seguidores de esta religión) asesinaron a la presidenta Indira Gandhi por haber cometido tal sacrilegio.
4) El Templo de Bahá’í House of Worship: El templo del Lotus
Este magnífico templo, conocido como el Templo del Lotus, está obviamente inspirado en esta flor. Fue construido en 1986 y ha ganado varios premios de arquitectura.
El templo representa la entrada al siglo XXI del misticismo y la religiosidad de India. Fue construido por los seguidores de la religión llamada Bahaísmo, una religión que pide la unión de toda la humanidad y de todas las religiones. Así que todos los practicantes de cualquier religión son bienvenidos a este templo. Al igual que con todas las demás Casas de Adoración Bahá'ís, el Templo del loto esta abierto para todos sin importar la religión o cualquier otra distinción, así como lo enfatizan los textos Bahá'ís. Las leyes Bahá'ís indican que el espíritu de las Casas de Adoración sea el de un lugar para que la gente de todas las religiones se reúna para adorar a Dios. Las leyes Bahá'ís también estipulan que solo las sagradas escrituras de la Fe Bahá'í y las de cualquier otra religión pueden ser leídas o cantadas allí dentro; y en cualquier idioma; no obstante, no se permite tocar ningún instrumento estando adentro ni tampoco pueden realizarse sermones o cualquier otra ceremonia o práctica ritualista.
5) El Templo de Meenakshi Amman: Un templo con más de 33 mil esculturas
Este templo se encuentra en la ciudad de Madurai, en el sur de la India, una ciudad con más de 2500 años de historia.
El templo domina el
paisaje urbano desde muy lejos y sus torres impresionan por su inusual
arquitectura que impregna a la ciudad de un aura mágica. Es el Templo Meenakshi
en la la ciudad santa de Madurai, una de las ciudades habitadas mas antiguas
del mundo.
Madurai es uno de los más
importantes centros de peregrinación hindú con una historia documentada que se
remonta al siglo III antes de Cristo. El templo está construido como una enorme
estructura de planta rectangular rodeada por altos muros que consta de tres
zonas concéntricas enclavadas alrededor de los dos santuarios principales,
consagrados a Sundareshvara y Meenakshi (los dioses Shiva y su consorte
Parvati).
Los muros exteriores miden 254 por 237 metros aproximadamente y contienen una superficie total de mas de 60 mil metros cuadrados. Sesenta sacerdotes, que viven en una zona no accesible al público, atienden el templo ayudados por los sirvientes en sus ritos.
En el interior del
laberíntico complejo del templo hay infinidad de corredores, varios grandes
porches y enormes salas además del estanque sagrado, conocido como Pottamarai
Kulam, con una gran escultura de un loto dorado en su centro. Los devotos
caminan alrededor del estanque, rodeado de columnas y murales del siglo XVII,
antes de entrar en el santuario principal y sirve a los creyentes como un lugar
para las abluciones rituales. En la antigüedad fue el lugar de encuentro de la
Tamil Sangam, la antigua academia de los poetas, que juzgaban el valor de
cualquier obra literaria lanzándolas al estanque y solo aquellas que no se
hundían eran consideradas dignas de atención.
Especialmente impresionantes son las 12
Gopurams, unas torres de forma piramidal con bases de granito, laboriosamente
esculpidas con figuras de estuco que representan criaturas mitológicas,
demonios y deidades hindús decoradas en colores vivos. Cuatro de estas torres,
situadas en los cuatro puntos cardinales, indican la entrada al complejo del
templo mientras que las restantes, de menor tamaño, conducen a los santuarios
de las deidades principales.
Las torres dominan el paisaje urbano de Madurai desde muy lejos
y el diseño de la ciudad depende del Templo Meenakshi, que es el centro de la
ciudad y está rodeado por varias rondas de circunvalación concéntricos. El
templo es uno de los símbolos mas importantes para el pueblo tamil y aunque la
historia de la estructura original no es bien conocida su literatura lo
menciona desde hace mas de dos milenios. Fue saqueado y destruido por los
musulmanes, en el año 1310, parcialmente reconstruido en 1371 y ampliado a su
estructura actual entre los siglos XVI y XVII.
Karthikai Deepam es una fiesta sagrada que celebran los hindúes tamiles entre los meses de noviembre y diciembre, en un día de luna llena. El día para la celebración del festival varía para hacer coincidir la conjunción de la luna con la constelación de Pléyades. Esta constelación aparece como un grupo de seis estrellas en forma de pendiente y muchas leyendas populares se han tejido alrededor de ellas. Casas, calles y templos se iluminan con hileras de lámparas de aceite ( Deepam ) durante las fiestas. La luz de la lámpara de aceite es considerada como un símbolo de buen augurio y les sirve para protegerse de las fuerzas del mal y para dar paso a la prosperidad y la alegría, según sus creencias.
El mausoleo que se
construyó por amor
El Taj Mahal no es solo una de las maravillas del mundo
moderno, es mucho más. Este complejo de edificios construido entre 1631 y
1654 en la ciudad de Agra (India) por un emperador como mausoleo para su
esposa favorita, encierra una historia de amor.
El príncipe Shahbuddin Mohammed tuvo una de las
mejores educaciones de la época y a pesar de la riqueza ilimitada de su familia
nunca mostró interés por la riqueza ni los intereses de esta. Un día el
príncipe se enamoró en un bazar de la princesa Arjumand, de sólo 15 años,
hija del Primer Ministro de la Corte. El príncipe, impresionado por su belleza,
preguntó el precio del collar de cristal que ella se estaba probando. Le
respondieron que no era de cristal sino de diamantes y que valía 10.000 rupias.
El príncipe pagó sin dudarlo y así conquistó de inmediato el corazón de la
princesa.
Pero los novios tuvieron que esperar cinco años para casarse,
tiempo durante el cual no pudieron verse ni una vez. Finalmente la boda
tuvo lugar en el año 1612, con una ceremonia espectacular, en la que el
Emperador nombró a Arjumand Mumtaz Mahal, La Elegida del Palacio. Su amada no
era su primera esposa, pero sí la favorita. El príncipe fue coronado unos
años después con el nombre de Shah Jahan, Rey del Mundo y gobernó en paz.
Pero unos años después de coronarse, sufrió
la peor tragedia de su vida. Su amada y favorita esposa, Mumtaz Mahal, no
resistió el parto de su 14º hija. En su lecho de muerte, la reina le pidió a su
rey que construyera en su memoria un monumento sin igual en el mundo.
En su memoria contrató a 20.000 obreros para construir el que
sería el mejor mausoleo del mundo y un ejemplo de simetría. El mausoleo de Taj
Mahal, tiene ese nombre en honor también a su esposa, Mumtaz-i Mahal, cuyo
nombre significa Perla del Palacio, según otras Elegida del Palacio. El nombre
del mausoleo, Taj Mahal, a veces es considerado como una abreviatura del propio
nombre de la emperatriz, pero también significa Corona del Palacio ya que,
aunque se trata de una tumba, el emperador quiso ofrecerle a su esposa un
palacio y una corona.
En una curva del río Yamuna se eligió el
emplazamiento del increíble mausoleo.
Veintidós años de construcción con los mejores materiales, el
mármol fino y blanco de sus paredes se trajo de las canteras de Jodhpur en
elefantes, jade y cristal de la China, turquesas del Tibet, lapislázuli de
Afganistán, crisolita de Egipto, ágata del Yemen, zafiros de Ceylán, amatistas
de Persia, coral de Arabia, malaquita de Rusia, cuarzo del Himalaya,
diamantes de Golconda y ámbar del océano Indico.
El emperador también se propuso que gracias a
esta construcción, Agra tuviera más importancia que Delhi.
No se sabe quién fue exactamente el arquitecto del Taj Mahal. Se
menciona el nombre de Ustad Isa, pero si este personaje existió o no, es pura
conjetura. Otra leyenda local dice que el emperador mató a la esposa del
arquitecto para que sintiera el mismo dolor que él quería reflejar al construir
el edificio, y que después lo dejó ciego y cortó las manos para que nunca
construyera algo igual, pero es algo que nunca se ha podido comprobar.
El emperador Shah Jahan quería construir su propio mausoleo en
mármol negro, a imagen y semejanza del de su esposa, al otro lado del río
Yamuna, y unir después ambos mediante un puente de oro. Hoy, al otro lado del
río, frente al Taj Mahal, queda un resto, en piedra roja, de lo que se dice que
fue el inicio de la construcción del edificio gemelo del Taj Mahal. Pero no
llegó a construirse ya que Aurangzeb, tercer hijo de Shah Jahan, después de
vencer a sus hermanos y hacerse con el poder, encarceló a su propio padre en la
fortaleza roja de Agra.
Shah Jahan murió en prisión, después de largos años de enfermedad,
contemplando desde sus alojamientos en el Fuerte Rojo el Taj Mahal, su gran
obra, monumento a su amada y refugio para el descanso eterno de ambos. En su
lecho de muerte, a los 74 años, pidió que se le colocara un espejo para ver la
tumba de su esposa.
Se dice que cuando murió, miraba al Taj Mahal.